miércoles, 25 de abril de 2012

Fear is stupid, so are regrets.

De lo onírico, pasando por lo imaginario, a lo real.


Anoche soñé un paralelismo con mi situación actual, una realidad que sería si no hubiera actuado cuando fue necesario para vencer fantasmas que me aprisionaban, y lo hicieron por un tiempo, pero fuertemente creo que fue la mejor decisión.


Al despertar, empezar el día y recorrer las horas, se me presentaron acciones fuera de mi que me remitían al sueño, que poblaban mi cabeza con ese recuerdo de otra dimensión paralela donde probablemente para mi la magia(k) no existe, reminiscencias de lo que cambié para mi propio bien y seguir mi curso sin ataduras mentales, palabras que me hicieron dudar si de hecho fue la respuesta correcta a mi proceso.
Sin embargo horas después mientras mi cómplice de fechorías registraba una estancia mía para un proyecto escolar, tomé un libro de santo tomas, como con cualquier otro libro que no he tocado, concentré mi sistema  a lo que el libro en si mismo tuviera que decirme, abriendo al azar una página y leyendo las primeras líneas sobre las que se posara mi vista, para mi sorpresa encontré algo relacionado a todo esto.


Hablaba exactamente sobre decisiones, finalizando el párrafo con la pregunta:
¿la felicidad está en la memoria? 


¿Es así?


La felicidad se incrusta en el aire del presente, pero deviene de nuestra memoria, así es, el saber que nuestras acciones pasadas nos llevaron al instante del ahora, es necesario conocer nuestro pasado para vivir en el presente y dilucidar el futuro.


La felicidad existe en cuanto seamos responsables de nuestro acontecer diario y no responsables en el sentido restrictivo, sino en cuanto cuidemos y sepamos manejar la energía que aportamos a un espacio o lugar.

Miembros invisibles

Una idea es una extensión del cuerpo material.


Un indicio de las direcciones que tomará la mente es la percepción del presente,
sensaciones que no son demostrables en el instante,
nos llevan a la generación de miembros ausentes.
Alcance fuera del mismo cuadrante,
que a su vez marcan un cambio en la atmósfera,
presencia que marca una boca.


Estimulación magnética eléctrica,
que destila lo que al filo del desierto nadie imagina.


Recuentos que se escurren desde las comisuras del tiempo.
Es su invariable engaño el magnífico don que otorga el viento.








lunes, 16 de abril de 2012

No hay comunicación sin el encantamiento.


"No hay acontecimiento o cosa en la naturaleza animada o inanimada que no participe de alguna forma de la lengua, pues es esencial a toda cosa comunicar su propio contenido espiritual. Y la palabra "lengua" en esta acepción no es en modo alguno una metáfora."

W. Benjamin nos habla en su ensayo "Sobre el lenguaje en general y el lenguaje de los hombres" de la paradoja que se crea en el lenguaje, que este no es lo que comunica en sí, sino la lengua, tomando la lengua como el ejercicio de hablar, decir, las emanaciones de frecuencias que formulan algo comunicable y en ese movimiento múscular y vocal llevan algo más, una intención.

Todos los hombres somos seres espirituales y seres lingüísticos, cada ser espiritual se comunica por medio del lenguaje, el lenguaje es solo el medio por el que se comunica, no es en lo que se comunica.

Expresa que la forma de articulación es mas importante que la capacidad de transmisión de contenidos, pero va más allá de afirmar simplemente que el significado de lo dicho, no se puede separar de la forma de decirlo, que el contenido del habla esta indisolublemente ligado a su forma.

"¿Qué comunica la lengua? La lengua comunica la esencia espiritual que le corresponde..."

Plantea como el problema original del lenguaje a su magia, refiriéndose a la inmediatez de la comunicación por medio del lenguaje, en sí , el problema sería la máscara que lleva el lenguaje, las palabras que siempre quieren decir algo más de lo comunicable en sus mismos significados.

Pero W.B. se centra en esta incapacidad de las palabras de transmitir la esencia real o la intención real del ser espiritual mediante el lenguaje, siendo que esta es su magia verdadera, puesto que al igual que el cuerpo, el lenguaje es solo un instrumento, una mediación entre causa y efecto.

Este cambio de ordenes entre causa y efecto es de suma importancia, pues a través suyo se hacen visibles los efectos invisibles del lenguaje; Estos están de tal manera incrustados en la forma del lenguaje que la fuerza efectiva y su entorno se hacen inseparables.

En la lengua se puede expresar lo que no se puede atrapar verbalmente, pero que si se puede transmitir lingüísticamente.

"Ni voz, ni palabra, ni grito, sino rumor trascendental, condición de toda palabra y todo silencio. Un misterio de emoción, la unión sustancial del alma y el cuerpo, del cuerpo y el almmmma." - Jaques Derrida

Es entonces que planteo, que como dice W.B. el lenguaje tiene su magia, es potencialmente magia(k), pero no es esa magia el problema, sino el fundamento que da paso a toda la comunicación y los juegos de poder que se dan en realidad dentro de las interacciones humanas, propongo esta definición para llamar de una manera más certera al proceso comunicativo, y al lenguaje de los hombres en general, a la acción de hablar.

- Encantamiento: complemento intencional ( pocas veces consciente) de cada palabra y cada silencio. Sustancialmente el elemento aún más invisible del lenguaje, lo escondido en la pronunciación que da lugar a cambios.


martes, 3 de abril de 2012

Lo más importante es invisible.

Lo expedido en cada aliento.


Una gota evaporada, su viaje hacia una nueva existencia.


La ciencia antigua, la unificación posible futura.


La entropía ilusoria de las correlaciones por cada segundo.


Una palabra.


Compulsión.
Obsesión.
Sincronización.


A, sus múltiples, O sus líneas interminables.