Y mientras tanto pienso. Sutil caricia del viento que adormece mi cabello. Y mientras tanto camino. Me dejo llevar por aquello que incesantemente percibo. Un flujo. Y mientras tanto respiro.
Sonido del inicio, el flujo, miles de años sin cambiar, A y todas sus vertientes, desde el sumerio acadio hasta hoy, todos los nombres del cosmos inscritos en uno solo.